El escudo de Agudo. Un desconocido entre la localidad

Escudo de Agudo
  
      Me han preguntado varias veces sobre el origen del escudo de Agudo y, especialmente, qué significan las “dibujos” que contiene. Da que pensar el hecho de que algo que, se supone, constituye un distintivo  significativo del pueblo, resulte tan desconocido para buena parte de los vecinos,  cuando debería ser un objeto familiar por el mero hecho de señorear en la fachada del actual ayuntamiento desde que se erigió el edificio. No voy a hablar de Heráldica porque ni conozco el tema ni necesito hacerlo para comentar un par de cosas sobre los símbolos o como quiera que se llamen las ilustraciones que contiene. Tal y como yo lo veo, el escudo está dividido en tres partes: superior izquierda, superior derecha e inferior;  me consta que tienen nombres más solemnes, pero carezco de conocimientos al respecto.
         En la zona superior izquierda está representada la cruz de Calatrava. Agudo perteneció a la Orden desde su origen hasta mediados del siglo XIX, cuando se abolieron los diferentes elementos del antiguo régimen que aún perduraban. Estuvo adscrita a la Encomienda Mayor desde un momento muy próximo a la ocupación cristiana del territorio y en ella permaneció hasta los tiempos del último regente, el infante D. Carlos María Isidro. La relación de Agudo con la Orden es incuestionable, aunque no mantenga el calificativo de Calatrava que ostentan otros pueblos del Campo histórico. En la villa de Agudo, de la Encomienda Mayor de Calatrava suele ser el comienzo de la mayoría de los textos locales escritos en papel timbrado en época moderna y perteneciente al alcabalatorio de Calatrava la consideran los vecinos de Tamurejo en el Interrogatorio de la Real Audiencia de Cáceres en 1791. La cruz de Calatrava está tallada en uno de los sillares del cuerpo inferior de la torre de la iglesia parroquial y también estuvo en el frente del altar mayor de la misma iglesia hasta el verano de 1936, según se refleja en una fotografía conservada.
Altar de la parroquia en la primavera de 1936

         En la zona superior derecha figuran las tres badilas o palas que constituyen las armas de los Padilla. A lo que parece, que el emblema de este linaje figure en el escudo de Agudo se debe a la figura de D. García de Padilla, el que fuera comendador mayor entre 1523 y 1542. No puedo exponer la razón por la que se optó por este personaje y no por cualquier otro con tanta o más prosapia que el elegido. El listado de titulares de la Encomienda Mayor recoge nada menos que cuatro infantes de España (un hijo de Felipe V, dos de Carlos III y uno de Carlos IV) y un duque de Alba (Don Fadrique Álvarez de Toledo), entre otras personalidades de la nobleza española. No consta que D. García mantuviera una relación especial con Agudo, aunque cuenta Hervás y repite Corchado que instituyó un legado de 100.000 mrs. para la construcción de nuestra iglesia parroquial. Ninguno de los dos autores
mencionados detalla que los visitadores de la Orden mandaron a nuestro benefactor reparar  algunos deterioros (una grieta en la torre del palacio y la pérdida de una fuente de agua corriente que surtía el mismo edificio) producidos en su tiempo en las posesiones que la Encomienda tenía en Agudo y, a lo que parece, D. García hizo caso omiso; tampoco dicen que el coste de las reformas se tasó en 213.900 mrs. [el documento original lo transcribió Salva, se publicó en “Agudo taurino”, 1997, y forma parte de los fondos del AHN]. Así pues, quizá legado no sea el término más acertado para denominar una compensación que se recibió tarde y, creo recordar, incompleta.
La zona inferior contiene una serie de ondas que, según consta en la bibliografía consultada (Panizo Gómez, 1989),  representan al río Siruela; o lo que es lo mismo, nuestro río después de cruzar la frontera con Extremadura. El río Siruela se menciona en una separación de términos entre las ciudades de Toledo y Córdoba realizada en 1264, …y como viene derecho al río de Seruela y del río de Seruela arriba como viene derecho a Agudo… al puerto de Espiernacaballos y a las navas de Pelay Ibañes que es al río del puerto y… No se han podido identificar los topónimos presentes en el texto salvo el río Siruela, denominado también Agudo, que es el que discurre por el valle donde se localiza la población del mismo nombre, y las Navas de Pelay Ibañez que podrían corresponderse con las actuales huertas de La Nava, denominadas Nava de Pelayivañez en tiempos anteriores (Sobrino Daza, 1992). A tenor de los datos transcritos, no acertamos a comprender por dónde se realizó el deslinde entre ambas ciudades y por qué no se menciona a la Orden, aunque eso ahora no es 

El puerto de los Barreros y, al fondo, el morro de Don Pablos
imprescindible. En cambio, nos resulta extraño que se haya admitido en el escudo de Agudo un río en su tramo extremeño, que se menciona en un único documento, y no se haya tenido en cuenta una cabeza de Agudo que aparece en tres documentos diferentes, incluida la confirmación de Alfonso VIII de la donación a la Orden de Calatrava, datada en 22 de septiembre de 1189: …et inde uadit subtus Almaden de Chillon ad focen de Estera, recte ad caput quod dicitur de Agudo, ad uadum ficus de Estemellis…;con fecha de 24 de agosto de 1269 consta un acuerdo sobre límites entre Calatrava y Toledo …e de parte allende el rio Guadiana, que sea el moion al vado de la Figuera, e dende… a Cabeza de Agudo; …e… a la Foz de Estera; …que finquen para la Orden; e dende aiuso contra Muro e contra Acijara sea de Toledo…; el tercer documento que menciona la cabeza de Agudo data de 1274 y corresponde a un deslinde entre la Orden y el concejo de Córdoba, …al cerro como va de la foz destera que es… de Capilla et esta foz como va… de la cabeza de Agudo. Algún autor ha identificado la cabeza de Agudo con el morro de Don Pablos (r 872 m.), que ofrece la cota más alta de las elevaciones que forman las alineaciones montañosas situadas al sur del término municipal, pero Don Pablos se halla encajado entre vallejos muy estrechos y, además, lo abrupto de su entorno dificulta el control visual. Aquellos que conocen el terreno saben que la cima que destaca sobre cualquier otra es La Morra (805 m.). Su altura no alcanza al morro Altero (816 m.),  Don Pablos y alguno más (848 m. El Quejigo), pero su ubicación, desgajado de cualquier alineamiento montañoso, permite que sea reconocido fácilmente desde lugares muy alejados y, además, el antiguo camino de Córdoba a Toledo pasa a su lado; así pues, La Morra parece reunir atributos suficientes para haber obtenido la condición de hito en los sucesivos deslindes que afectaron al término de Agudo.


              Ya se corresponda con Don Pablos, ya lo haga con La Morra,  la cabeza de Agudo de los documentos medievales es seguramente un elemento que debería estar presente en el escudo de una población a la que le dio nombre.  Desconozco los motivos por los que  los responsables de la elección de los símbolos optaron por  las armas de Padilla y el río Siruela para representarnos, pero yo no plantearía a ningún agudeño la disyuntiva de elegir entre La Morra y un escudo, cuya iconografía le es desconocida. Las fuentes de nuestra insignia son (Panizo Gómez, 1989) el Ayuntamiento de Agudo (Carta del 11 de Septiembre de 1987), el Diario Oficial de Castilla-La Mancha nº 53 de 1984 y el Decreto nº 143/84 de 18 de diciembre; quizá esa carta del ayuntamiento podría ofrecer alguna luz al respecto.

Bibliografía
-A.A.V.V.(1976): Séptimo Centenario del Infante don Fernando de la Cerda (1275-1975). Ciudad Real.
-A:A:V:V. (1993): Interrogatorio de la Real Audiencia. Extremadura a finales de los tiempos modernos. Asamblea de Extremadura.
-Corchado Soriano, M. (1984): Estudio histórico-económico-jurídico del Campo de Calatrava. Ciudad Real.
-Jiménez, S. (1987): “Historia de Agudo IV”. Agudo.
-Hervás y Buendía, I. (1914): Diccionario histórico geográfico biográfico y bibliográfico de la provincia de Ciudad Real. Ciudad Real.
-Panizo Gómez, E. (1989): Heráldica Oficial de la Provincia de Ciudad Real. Ciudad Real.
-Sobrino Daza, N. (1992): “Apuntes históricos”. Agudo.
-Solano Ruíz, E. (1978): La Orden de Calatrava en el siglo XV. Los señoríos castellanos de la Orden a fines de la Edad Media. Sevilla.

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